Derechos y obligaciones
El Islam surgido en el 622 d.C. ya reconocía muchos derechos de forma equitativa los cuales podemos ver reflejados tanto en el Corán como en la Sunnah: derecho a la igualdad ante la ley (Corán, 2:228); derecho al trabajo y la propiedad (Corán, 4:32); derecho a manutención en el divorcio (Corán, 2:241); derecho a manifestar su opinión (Corán, 42:36-38) (Al -Sheha, s.f.; Grosfoguel, 2014: Mutahari, 1985; Sediri, 2014; Rivera, 2014). Sin embargo, como resalta Grosfoguel (2016) las prácticas culturales patriarcales han distorsionado las aleyas a su beneficio.
De la misma manera, el Islam incita a las mujeres y hombres a aprender, informarse, leer… de hecho consta como derecho y es más, las primeras aleyas de la revelación coránica fueron (Lamrabet, 2008; Munir, 2008; Sediri, 2014):
Iqra (recita, lee) … en el nombre de tu Señor, que ha creado al hombre de sangre coagulada. ¡Recita! Tu señor es el Noble. Aquel que ha enseñado el uso del cálamo, ha enseñado al hombre lo que no sabía […]. (Corán, 96:1-5)
Por otro lado, Margot Badran (citado en Tiwana, 2006), alega la equidad entre hombres y mujeres en cuanto a derechos y responsabilidades, ya que Allah reconoce la diferencia biológica pero no la de roles según el género (Barlas, 2011; Rivera, 2014) y usar la biología como justificación de las desigualdades es absurdo (Badran, 2010) puesto que Allah no trata al hombre como la norma y a la mujer como excepción y en ningún momento se puede argumentar algo así en el Corán ya que éste no da cabida al género ni tiene en cuenta el sexo como rasgo definitorio (Barlas, 2008). Por ejemplo, en el caso del matrimonio, hay una división igualitaria de las tareas desde un punto de vista islámica, en el Corán, la palabra que designa al marido es zawj y a la esposa zawja que significan compañero y compañera sin tener implícito ningún rol de género que actualmente ha establecido el estado patriarcal. Ambos son iguales ante Allah y solo le deben obediencia a Él (Badran, 2010; Díez, 2011; Lamrabet, 2008; Rivera, 2014). Ya que el Corán no afirma que el hombre tenga cualidades de las que carezca la mujer, ni viceversa, sino que cada ser humano representa en sí mismo el todo (Barlas, 2008).
Cabe destacar que una de las victorias de los feminismos islámicos conseguida es la Mudawwana en Marruecos, una institución que busca aunar la igualdad y justicia de la familia y sus integrantes (Badran, 2010) y que inspiró a mujeres de Malasia para la creación del Musawah, un movimiento que considera que la igualdad dentro de la familia permitirá la igualdad y justicia en toda la sociedad (Mir-Hosseini, 2011).